La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.

Juan Pablo II

jueves, 28 de agosto de 2014

Lourdes,2014

El martes estuvimos en Lourdes de peregrinación. Iniciamos esta tradición el año pasado, cuando aún estaba embarazada de Fco. Javier. Recuerdo el calor que hacía y la multitud de gente que se acercaba a la pequeña gruta, en busca de el aliento de María. No me dijo mucho aquél día y me fui bastante fría de allí a pesar de cumplir el "ritual" de visitar la gruta, recolectar agua de la fuente, y rezar un rosario. Pero sí que le pedí a Maria que cuidara de mi familia, y en especial de Fco. Javier y de mí durante el parto...

 Pasaron los meses y Lourdes fue calando en mi alma. Sentía que María me había escuchado y, aunque aún estaba nerviosa por el parto, me sentía también acompañada por ella. El día del parto me acordé de la petición en la gruta. Y María respondió. Todo fue estupendamente.

 Este año tenía muchísimas ganas de volver con mi familia. Ahora no tenía una petición que hacer, sino una gratitud que mostrar.

 Entramos por el lado contrario, ajenos al ajetreo de las tiendas de fuera, y enseguida nos topamos con la gruta. Eran las 11 de la mañana y los enfermos estaban orando ante la Inmaculada. Aprovechamos el rato para rezar un rosario en familia. Le dí gracias por primera vez.

 Luego nos pusimos en fila para poder pasar dentro de la gruta y tocar la zona donde se apareció la Virgen. El año pasado tuvimos que esperar un buen rato bajo el sol para acceder... éste año Maria tenía prisa por vernos. Nada más ponernos en la cola un voluntario de la Hospitalidad se me acercó y al ver a todos mis hijos nos hizo pasar delante de todos, incluso de los enfermos. No tuvimos que esperar ni dos segundos para acceder. Allí me emocioné profundamente en ver a mi marido con Fco. Javier en brazos, otro milagro de Dios.

 El día aún tenía otra sorpresa. Al medio día, y como hacía algo de frío, la gruta se despejó y me entraron ganas de visitar las piscinas. Me acerqué a verlas, pensando en meterme con Marta si no había mucha gente esperando. Nada más llegar otro voluntario al verme con los crios me dice que me meta en la cola de infantes con Fco. Javier y Marta. No lo dudé. Estando en cola, me encuentro que Sam también se prestaba voluntario. Tuvimos que esperar una hora para acceder, pero la experiencia mereció la pena. Me bañé en las aguas de Lourdes con mis dos hijos pequeños, después de haberle rezado a la Inmaculada y darle gracias por su intercesión. Marta se bañó ella sola.

 Salí bendecida y muy agradecida. Gracias, Virgencita y... sigue cuidando de todos nosotros.

 Saludos, Ana.

1 comentario:

  1. Hola Ana
    Acabo de descubrir tu blog. también tengo cinco hijos y tampoco estoy loca... aunque la mayoría piense que si :)
    Espero que sigas con el blog, me ha gustado mucho. Y de seguir, porque no lo pones en facebook o instagram?
    enhorabuena por tu familia

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