La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.

Juan Pablo II

martes, 16 de diciembre de 2014

Vídeo del verano

Llevaba tiempo queriendo hacer un video sobre el verano de la familia Alarcón. Al final, no sé como, Dios me ha concedido tiempo para hacerlo. Creo que puedo decir que ha quedado muy bien, y resume a la perfección el sentir de mi marido y el mío. ¡Ha sido un gran mes!




Aquí lo dejo para la posteridad.

Un abrazo.

jueves, 28 de agosto de 2014

Lourdes,2014

El martes estuvimos en Lourdes de peregrinación. Iniciamos esta tradición el año pasado, cuando aún estaba embarazada de Fco. Javier. Recuerdo el calor que hacía y la multitud de gente que se acercaba a la pequeña gruta, en busca de el aliento de María. No me dijo mucho aquél día y me fui bastante fría de allí a pesar de cumplir el "ritual" de visitar la gruta, recolectar agua de la fuente, y rezar un rosario. Pero sí que le pedí a Maria que cuidara de mi familia, y en especial de Fco. Javier y de mí durante el parto...

 Pasaron los meses y Lourdes fue calando en mi alma. Sentía que María me había escuchado y, aunque aún estaba nerviosa por el parto, me sentía también acompañada por ella. El día del parto me acordé de la petición en la gruta. Y María respondió. Todo fue estupendamente.

 Este año tenía muchísimas ganas de volver con mi familia. Ahora no tenía una petición que hacer, sino una gratitud que mostrar.

 Entramos por el lado contrario, ajenos al ajetreo de las tiendas de fuera, y enseguida nos topamos con la gruta. Eran las 11 de la mañana y los enfermos estaban orando ante la Inmaculada. Aprovechamos el rato para rezar un rosario en familia. Le dí gracias por primera vez.

 Luego nos pusimos en fila para poder pasar dentro de la gruta y tocar la zona donde se apareció la Virgen. El año pasado tuvimos que esperar un buen rato bajo el sol para acceder... éste año Maria tenía prisa por vernos. Nada más ponernos en la cola un voluntario de la Hospitalidad se me acercó y al ver a todos mis hijos nos hizo pasar delante de todos, incluso de los enfermos. No tuvimos que esperar ni dos segundos para acceder. Allí me emocioné profundamente en ver a mi marido con Fco. Javier en brazos, otro milagro de Dios.

 El día aún tenía otra sorpresa. Al medio día, y como hacía algo de frío, la gruta se despejó y me entraron ganas de visitar las piscinas. Me acerqué a verlas, pensando en meterme con Marta si no había mucha gente esperando. Nada más llegar otro voluntario al verme con los crios me dice que me meta en la cola de infantes con Fco. Javier y Marta. No lo dudé. Estando en cola, me encuentro que Sam también se prestaba voluntario. Tuvimos que esperar una hora para acceder, pero la experiencia mereció la pena. Me bañé en las aguas de Lourdes con mis dos hijos pequeños, después de haberle rezado a la Inmaculada y darle gracias por su intercesión. Marta se bañó ella sola.

 Salí bendecida y muy agradecida. Gracias, Virgencita y... sigue cuidando de todos nosotros.

 Saludos, Ana.

jueves, 14 de agosto de 2014

Ascensión a la cruz de Oroel

Hoy ha sido un gran día... "El día" o "el día D del verano". Nos habíamos propuesto subir a la cruz de Oroel, la cima que corona a Jaca. Lo intentamos la semana anterior pero el desnivel junto a la distancia (6.970 km de subida con un desnivel de 500 metros) nos impedió conseguirlo. Éramos muchos y estábamos sin entrenar.

 Durante toda esta semana hemos ido haciendo rutillas, y nos marcamos esta etapa como la "etapa rey". A nuestra familia le gustan los retos... Qué le vamos a hacer.

 Nos hemos levantado temprano, y a las diez en punto estábamos delante del cartel de salida. Samuel, nada vez ver el camino, ha comenzado a señalarlo y decir "no, no...". El pobre, creo que le hemos dado demasiado tute durante estos días...

 Menos mal que mi marido tuvo un halo de inspiración el otro día, y compró un saco de gominolas en Jaca. Gracias a él, cada cinco curvas (había 33 en total) íbamos sacando una para cada uno. Eso les ha ido animando el trayecto. Samuel lo ha hecho andando, a pesar de que llevábamos una mochila portabebés (para cuando dijera que ya estaba bien). El pobre iba avanzando curva tras curva, con paso lento pero decidido. Mi marido y yo nos mirábamos con cara de incredulidad al ver la increíble hazaña que iba consiguiendo.

 Los demás, como siempre, hecho unos montañeros. Casi me da pena no valorar su esfuerzo, lo hacen parecer tan fácil. Pero lo cierto es que ninguno se ha quejado. Marta parece la "cabra montesinos" del cuento de los Pirineos. La sueltas en la montaña y sube, sube como si nada... Esta niña llegará muy lejos.

 Juanma y Miguel, los primeros: rastreando el camino y parando de cuando en cuando para asegurarse que el resto de la tropa sigue la ruta. Me gusta que hayan tenido la delicadeza de dejar pasar a Samuel el primero cuando sus fuerzas le escaseaban. Así se forja la familia.

 La gente iba quedándose prendada de los críos. Sobre todo, de Samuel. Cada vez que alguien le pasaba le animaba con un "¡Vamos campeón!", al que Sam le respondía con una nueva dosis de fuerzas y tesón. Por fín, la cima. ¡¡La cruz delante nuestra!!

 Y lo más emocionante... su padre le ha dicho a Sam si quería que lo cojiera o llegar andando a la cruz... y su respuesta ha sido breve pero clara: ¿Quieres llegar a la cruz? "Sí".

 Y efectivamente, el equipo familia ha llegado a la cruz. El día de San Maximiliano Kolbe, un día antes de la Asunción de la Virgen. 6.970 km de ascensión que mis hijos han hecho sin rechistar.

 ¡Estoy orgullosa de mi familia! ¡Para no estarlo!

 Ana,

martes, 12 de agosto de 2014

Ascensión al Ibón, Francia

Hoy ha sido un gran día para esta familia. Hemos realizado una importante ruta, y lo que es mejor, en familia. Empezamos la ascensión al Ibón en el parking del lado francés del pirineo, en Sansarte y poco a poco, un frondoso bosque de hayas no ha dado la bienvenida. La subida era pronunciada, pero mis hijos, como auténticos campeones, iban desafiando al abrupto camino.

 Samuel este día ha estado soberbio y ha logrado subir el solo hasta la frontera de España. Hemos parado a desayunar un poco antes, no sin que antes Miguel fichara la casa de un pastor de ovejas cuya entrada anunciaba la venta de queso. "¡A la vuelta compramos, ¿eh?!", nos aseguraba pensando en el queso oloroso de esta zona.

 Había mucha gente, pero no agobiaban y se agradecía el fresco de la montaña. Samuel ha dicho basta a pocos metros de la frontera, y papá se lo ha atado a la espalda. ¡No íbamos a abandonar ahora! Francisco Javier, por otro lado, nos indicaba que él estaba dispuesto a seguir toda la mañana. Total, ahí subido a la barriga de papa o mamá se estaba muy a gustito...

 Juanma y Marta estaban empeñados en llegar al Ibón, y Miguel (algo más prudente) iba abriendo camino. Al final, hemos decidido parar en la frontera dado que el Ibón aún estaba algo lejos y el día anunciaba tormenta.

 A la bajada, hemos cumplido la promesa y los críos han comprado queso al pastor (en medio de la nada, tal cual abuelo de Heidi). El queso, oloroso como el que más, ha caído durante la comida en casa.

 ¡¡Un gran día!!

domingo, 10 de agosto de 2014

¡Viva San Fermín!

Esta mañana la familia Alarcón nos hemos acercado a Pamplona. No podía ser de otro modo, siendo unos auténticos fans de los Sanfermines. Desde que Miguel era pequeño recuerdo que nos acostumbramos a empezar las mañanas de Julio alrededor de la TV, preparados para escuchar el inconfundible canto:

 "A san Fermín venimos, por ser nuestro patrón (...)". Respiramos los nervios de los corredores y cantamos con ellos, listos para ver el encierro.

 Nos gusta a todos, desde papá hasta Samuel (Francisco Javier aún no se entera). Luego pasamos el día jugando a ser toros corriendo detrás de los demás miembros, dispuestos a embestir sin la menor consideración...

 Hoy ha sido un día divertido. Samuel se ha dado cuenta enseguida de dónde estábamos. Las calles estaban llenas de fotos de las fiestas y de los toros, y miraba nervioso de un lado a otro buscando a las fieras. No las tenía todas consigo. Hemos acudido a Estafeta y Miguel no se ha resistido a dar la curva... Hoy no resbalaba, no había lluvia y el calor del sol no había tenido piedad con el rocío de la mañana. Nos hemos reido mucho.

 Luego hemos bajado por Telefónica hasta la morada del Santo. Allí le hemos cantado con devoción, y aunque no le pedía por un feliz encierro, sí que le pedía que me ayudara a lidiar a mis cinco "toros". Cada día para nosotros representa una carrera.

Finalmente, su padre los ha cogido y han corrido la cuesta como auténticos corredores.

 San Fermín, ¡ruega por nosotros!

martes, 25 de marzo de 2014

Mejor con chocolate...

¿Qué tal la semana delante de la cámara? ¿Difícil?

 Desde que tengo hijos, reconozco que me gusta mucho más estar detrás de la cámara. De hecho, me gustaría llevar una encima cada segundo para captar la vida de mis hijos:

 - un gesto simpático de Francisco Javier,
 - la fila de coches interminables que ha conseguido hacer Sam,
 - los bailes locos de Marta,
 - los deberes impecables de Juanma,
 - las inteligentes deducciones de mi hijo Miguel...

 A veces, eso de las gafas google no suena tan mal. Mi vida ahora está llena de "momentos inolvidables" y me gustaría poder tener una libreta para apuntarlos y recordarlos. ¡Que pena que no pueda ser así! Aunque me gusta pensar que un día, allá arriba, volveré a poder disfrutar de todos los momentos vividos con mucha más intensidad.

 No creo que Dios deje que todos estos momentos se pierdan en el tiempo.

 He aquí un claro ejemplo de lo que hablo: dejo para el recuerdo la experiencia del primer helado de chocolate de mi hijo Sam. El abuelo "recompensó" este sábado a sus nietos con unos fabulosamente enormes cucuruchos de chocolate. Sam nunca había probado uno y creo que la sobreexcitación de tener uno para él solo delante suya le provocó una llantera de confusión. La abuelita vino al rescate y lo sentó en el suelo para que disfrutase a sus anchas y sin temor de ese nuevo "trofeo".

 He aquí el resultado...
 
Esos enormes ojos siempre acaban hechizándome...


Saludos, Ana.

jueves, 20 de marzo de 2014

Ponerse delante de una cámara

Un blog que sigo planteaba celebrar la "semana delante una cámara". Me chocó la petición y leí con atención el post. Me gustó lo que leí.

 Planteaba que siempre hay alguien en toda familia que se dedica a hacer fotos y a esconderse tras la cámara, de forma que, cuando venía el resto a darse cuenta, no había apenas fotos de él o ella. En mi caso, enseguida supe quién es esa persona, mi padre. En todos los álbumes que tenemos de pequeños, podría salir como mucho en cinco fotos. Creo que no más.

 Ayer fuimos a celebrar con mi suegra y mis cuñados el día del padre. Hicimos fotos...y creo que se puede identificar claramente quien se esconde tras la cámara en mi familia...



 Hay que romper con esa tendencia... al fin y al cabo, dentro de unos años, mis hijos bucearán entre todas estas fotos buscando imágenes para recordar... y pasará como a mí ahora, que apenas puedo encontrar alguna de mi padre.

 Así que, "semana de ponerse delante de una cámara". Como ejercicio, intentemos hacer al menos una foto diaria a aquéllos que tienden a desaparecer. Y si es divertida, mejor que mejor. Voy a intentar cumplir ese propósito, si lo logro, ya veremos.

Saludos, Ana.

PD. ¡Conseguido!

miércoles, 19 de marzo de 2014

Feliz día del padre...

Gracias por hacer realidad mis mejores sueños.



 No somos ricos, pero tenemos enormes riquezas que compartir. 

jueves, 13 de marzo de 2014

Tres preciosos meses

Francisco Javier, (o "Francisquito" como empieza a llamarlo Juanma), cumplió ayer tres meses de vida. Anoche me acordaba del día que conocimos su llegada a esta familia y pensaba en lo rápido que pasa todo. Los nueve meses de embarazo pasaron volando, (incluidos los cinco primero que pasé en el aseo vomitando). Entonces pensaba cómo íbamos a apañárnoslas con cinco en casa, ahora, no me planteo mi familia sin él.

 ¡Bienvenido a esta familia, Fco.!, pensaba. Dios es muy inteligente, y sabe más que nosotros. Efectivamente, podíamos con uno mas. A pesar de tener todo en contra, Tú vas y nos sorprendes con otra vida. Gracias por contar con nosotros. Y gracias por este tremendo regalo.





Saludos a todos, Ana.

viernes, 7 de marzo de 2014

Tiempo para todos

Cuando me suelo encontrar con alguien que no me conoce y surge en la conversación el número de hijos, la pregunta que suele lanzarme caritativamente es: "Pero, ¿tienes tiempo para todos?" y yo, me sonrío para mí pensando en que es imposible entender cómo funciona una gran familia, salvo que se forme parte de ella.

Ayer dejé a Fco. Javier sentado en la hamaquita, y dejé al mayor a cargo de él. Si ves que tus hermanos se acercan me avisas, le dije. Al poco rato de no escuchar nada (eso es señal de que todo va bien), mi marido se acercó al aseo y riéndose me dijo que fuera al salón.

Al llegar me encontré con esta estampa:

Mi hijo Samuel, que sólo tiene dos años, le estaba dejando sus juguetes más preciados: sus coches. Pensé en todas esas personas que piensan que no soy capaz de educarlos adecuadamente por el hecho de tener cinco, y me reafirmé en mis creencias: que mis hijos aprenden en casa las principales virtudes que les ayudará en su vida: la generosidad, el desprendimiento, el compartir, el no ser el centro del mundo, la austeridad... Y sí, es cierto que no puedo llevarlos a inglés, natación, kárate, yoga y miles de actividades extraescolares. Pero a cambio aprenden diariamente el arte de ayudarse mutuamente (el mayor ahora ayuda al mediano en sus deberes, y el mediano ayuda a la siguiente...), a resolver conflictos (eso ocurre cada segundo), a negociar para obtener aquéllo que quieren, a renunciar a otras cosas... 

Sinceramente creo que la casa es la mejor escuela para la vida, y estas fotos me lo demuestran. Samuel con dos añitos está aprendiendo a lidiar con los celos de hermanito, pero creo que lo está consiguiendo estupendamente. Tiene el ejemplo de sus hermanos mayores que adoran al pequeño. 

Y eso me ayuda a seguir adelante con su educación. Si un niño de dos añitos es capaz de superar sus frustraciones (ya no soy el pequeñin de la casa) y responde dando lo que más quiere a ese rival (Fco. Javier), sé que podrá superar frustraciones mucho más duras en un futuro. ¡A ver qué actividad extraescolar enseña eso!

 Saludos, Ana

jueves, 6 de marzo de 2014

Miércoles de Ceniza

Ayer fuimos a nuestra parroquia con los críos para ponernos las cenizas. Llevamos ya varios días explicando en casa el sentido de la Cuaresma, y hemos intentado hacer un plan cuaresmal en familia. Cada uno, a su edad, se ha planteado algún pequeño sacrificio que ofrecer (e intentar cumplir, que es más difícil, jeje). Para servir de ejemplo, les dije que entre otras cosas más íntimas, me había propuesto dejarme el chocolate. Mis hijos saben que uno de mis placeres diarios consiste en comerme unas onzas de chocolate puro después de comer... hummm.... 

Mi hija, que es muy lista, se ocupa de llevarme siempre dos onzas de chocolate a mi sillón, porque luego me mira que esos ojos profundos que tiene y me dice: ¿lo compartimos, mami? Y claro, así he pasado de comer cuatro onzas a comer sólo dos, pero bueno, bien merece la pena esos ojos. 


Como bien dice mi hermano, mi marido va a tener que comprarse pronto un rifle para eliminar pretendientes

El caso es que captaron la idea y me encantó escuchar de la boca de Miguel que "sólo vería TV tres días a la semana (no incluido los sábados, claro, que tocaba película en el Pedregal)" o a Juanma decir que " no se pelearía con Miguel estos días", (esto último lo tengo que ver yo).

Marta, aunque no lograba entender muy bien de qué se trataba el plan, dijo que "no comería más chuches" y Sam como no habla, se ha librado (este año, al menos). Entre los tres mayores acordaron que el sacrificio de Fco. Javier sería "llorar menos para dejar a mamá descansar" y yo estoy 100% de acuerdo aunque por ahora se ha hecho el despistado porque no ha cambiado mucho la cosa. 

En fin, veremos cómo se va desarrollando la Cuaresma. Por ahora promete. :) Pero con la ayuda de Dios... y unos hermanos acusicas, seguro que llegamos al Domingo de Resurrección con los deberes hechos.

Saludos, Ana.





martes, 4 de marzo de 2014

Happy pancake Day!!

Esta tarde tenía pinta de ser una buena tarde...

Mi hijo mayor ha venido del cole diciendo que "sólo" tenía que hacer unos deberes: cocinar unos pancakes para merendar puesto que hoy se celebra en Inglaterra el "Pancake day". Cualquiera que tenga hijos sabe que eso significa que "mamá" hoy tiene deberes, que casualmente coinciden con los de su hijo.

Así que, a pesar de que anoche descansé poco porque a mi hijo pequeño le había dado reacción la vacuna de los dos meses, he sacado fuerzas para sacrificar mi siesta y ponerme manos a la obra (o mejor, con las manos en la masa).  Todo sea por el "pancake day".

Mis incautos hijos antes de probar los pancakes

 Aquí hago un inciso y doy gracias a la comercial que me vendió mi Thermomix. No hay día que no me acuerde de ella. Gracias a esta máquina, soy capaz de continuar cocinando y sobrevivir a la familia numerosa. Creo que deberían regalar una a las familias que van a sacarse el carnet de familia numerosa. Es como decirles, aquí tiene a su ángel de la guarda, con él podrá cocinar sin peligro de que ponga fuego a la cocina por algún olvido.

 Mi hijo mayor y yo hemos preparado la masa y la hemos reposar 30 minutos para que la levadura hiciera efecto.

Primer error de novata: decirles a mis hijos que estaba haciendo pancakes. ¡Han sido 30 minutos laaarrgooooossss! Mama, ¿están ya? (mi hija a los 30 segundos de reposo), mamaaaaaaaaaa, ¿Cuánto le faltan? (mi hijo Juanma a los 2 minutos), Mamá, ¿estará ya la masa? (Mi hijo Miguel a los 2 minutos)...y así hasta que mi paciencia se ha agotado y ha estallado la llamada "furia de mamá":

                     ¡¡Quereis dejarme en paz de una vez!! ¡Cuando estén os aviso!

Todo eso mientras daba gracias por primera vez porque mi hijo Sam aún no articula palabra. El caso es que pasados 30 minutos por fin he empezado a hacerlos.

-Segundo error de novata: la guerra de los vasos de colores. Compré en el Todo a Cien unos vasos de cristal monísimos y de colores. Pensé que a mis hijos les gustaría... y no me equivocaba. ¡Les encanta! El problema es que CU-RI-O-SA-MEN-TE todos quieren el mismo color según el día. Los lunes es el azul, los martes el amarillo, los miércoles el rojo... Así que, hoy siendo martes tenía la guerra montada porque sólo hay dos vasos amarillos y... mis hijos son cuatro (no contamos al pequeñín).

 ¡Hoy me toca a mí el amarillo! Noooooo, me toca a míiiiiiii, Noooooo a ti te tocó ayer....

 Yo me acuerdo de la santa Paciencia de la que hablaba Sta. Teresa y me preguntó que dónde estará. En mi cocina no la encuentro, eso seguro.

Sigo con los pancakes y por fin termino de cocinarlos. Salgo con el plato lleno al salón y me encuentro a mis cuatro hijos sentados en su mesa con el tenedor en la mano (Si sólo esperasen así los días de potaje...).

 ¡¡Bien!! Los pancakes... gritan todos a la vez mientras empieza la guerra de los siropes.

-Yo quiero el sirope de Arce, dice Miguel. Noooo, el sirope de Arce es mío, tu coge el otro -dice Juanma. Mientras tanto, Marta ha cogido el chocolate y lo ha esturreado por todo el plato, que se parece ya más a una piscina repleta de líquido pegatoso... En fin, me armo de paciencia y distribuyo los siropes... pero querido lector, aún queda una batalla, y quien sea padre sabrá cual és:

LA BATALLA POR EL PANCAKE MÁS GRANDE.

 - Yo quiero el más grande, dice Juanma.
- No, -responde Miguel con lógica- son mis deberes y he ayudado yo a mamá.
Marta empieza a llorar porque sabe que tiene esta lucha perdida, no tiene ni fuerza ni razón. ¡BUAHCGGG! yo quería el más grande.... dice llorando.
Y Samuel, el más listo, coge el pancake más grande mientras los demás discuten.

 Pongo paz y distribuyo con sabiduría: "Tú este, tú este y tú este porque lo digo yo y se acabó". Y mis hijos, que ya van aprendiendo esto de la furia de mamá, se callan.

Por fin, llega la hora de hincar el diente y me siento en la mesa satisfecha conmigo misma. ¡Que buena madre soy!... y entonces mi hija que era la primera en dar un bocado lo escupe con cara de asco y dice:

 ¡Estan asquerosos!

 Estoy a punto de mandarla a su cuarto castigada hasta que cumpla la mayoría de edad cuando veo que el resto le sigue y hace lo mismo... Y siendo una familia que adora los pancakes me preocupo y pienso que ocurre algo. Me meto un trozo y... VEO QUE LES HABÍA ECHADO SAL PENSANDO QUE ERA AZUCAR. ¡Están incomestibles de tanta sal que llevan!

 Vencida, recojo todos los pancakes, los tiro a la basura, y les llevo a cada uno un yogurt azucarado.
Mis hijos se los comen sin rechistar intuyendo que no es buen momento para protestar (Hay que ver lo que aprenden en una familia numerosa...).

 Moraleja: cuando la seño envíe deberes a casa, que los hagan los críos.

 Saludos: Ana

viernes, 28 de febrero de 2014

En honor a su abuelo

Crecí con el Señor de los Anillos, y no porque vi la película de niña (aún ni siquiera existía), sino porque mi padre, algunas noches, se acostaba con nosotros y nos contaba durante diez intensos minutos una parte del libro. Siempre nos dejaba con la boca abierta porque interrumpía el cuento en la parte más emocionante... "¡Venga papa! ¡Un poquito más"... pero era inflexible, "mañana más, ahora a dormir".

Aquélla era la mejor parte del día, porque mi padre tenía el don de contar cuentos. Aún recuerdo con emoción como lograba meter la imagen del anillo en mi cabeza... Tardé una semana en leer el libro entero entero a los trece años, y de cuando en cuando me gusta volver a hacerlo.

Desgraciadamente hoy, mi hijo mayor Miguel, cuando le hablo del Señor de los Anillos me dice "Pero es que, ¿hay un libro?".
 
 ¡Que pena!

 Lo traigo a colación porque el otro día, una buena amiga (mamá de cinco también y otro en camino) me comentó que estaba disgustada porque le había tenido que quitar los libros del Diario de Greg (Diary of a wimp) a su hijo. Los había ojeado y eran auténtica basura para los niños. Su hijo se había enfadado y le comentaba que todos los niños de su clase los leían. 

 Yo aún no había oido hablar de esa saga, pero le eché un vistazo y estoy totalmente de acuerdo con mi amiga, son basura. Básicamente es la historia de un niño debilucho que se dedica a reírse de sus debilidades.

 Los cuentos de ahora, al igual que los dibujos de la TV, se empeñan en gustar a todo el público. Y para ello, meten cantidades de ironías, sátiras y gags propios de adultos. Ahora, los Simpson son para bebes si los comparamos con Hora de Aventuras, Bob Esponja, Suckers...

Además, las virtudes quedan olvidadas para meternos con insultos, desprecio a adultos, pérdida de autoridad... basta con ver cinco minutos y el estómago se le revuelve a una. 
Si encima vamos con los dibujos para "niñas": Winx Club, Monster High, Violeta... ya apaga y vamonos... No quiero que la única preocupación de mi hija sea que su "super mini falda que apenas le tapa el culo pegue con su ajustado escote, porque su nuevo novio super guapo está de camino, "o sea". 

 Mis hijos no ven ni leen esa basura. Hemos optado por volver a nuestros dibujos de valores y virtudes. Así que en casa vemos Ruy, el pequeño Cid, La abeja Maya, Dragones y Mazmorras...

 En cuanto a la lectura, como a mi hijo mayor no le gustaba leer, opté por inventarme un cuento dónde saliera él como protagonista. Le escribo todos los días tres páginas para que las lea, y poco a poco vamos creando un mundo de fantasía. Cada vez que viene del cole me pregunta, ¿has escrito más?  Y es que, ahora va por el reino de Suén, vestido de caballero, montado en un Grifo mitológico, con el malvado dragón Esrezh persiguiéndole por ahí... 

 Jajaja, cuando lo acabe lo editaré y se lo regalaré. Creo que cuando sea mayor, será uno de sus grandes tesoros. Además, aprovecho para meterle valores como la constancia, tenacidad, valentía, obediencia... así me aseguro que lee lo que yo quiero, y no lo que la sociedad se empeña en que lean. 

 Un abrazo y ¡Gracias Abuelo! porque si tengo imaginación es porque tú la alimentaste de pequeña. Saludos. 
 
Francisco Javier, creo que aún no había puesto foto suya

jueves, 27 de febrero de 2014

Como mama con cesareas, me ha encantado este video


Recuerdo todas mis cesáreas, y el momento en que te colocan al bebé en tu cuerpo es increíble. No tanto por la alegria que se supone que una siente por su hijo/a, sino por la infinidad de emociones que se siente a la vez (miedo ¿qué hago yo ahora?, dudas ¿seré una buena madre?, alegría ¡ya está aquí!, alivio ¡todo ha ido bien!, tristeza (ya no está dentro de mí)...) ¡Y todas a la vez!.

 Este  vídeo emociona a quien hemos pasado por ahí.

 Un abrazo a todos.


lunes, 24 de febrero de 2014

Papa, mamá y Fco Javier (en la barriga), Miguel, Juanma, Marta y Samuel

Ayer me dispuse a hacer "limpieza" de fotos en el ordenador. Me encontré con esta que hicimos en La Manga este Octubre, meses antes de dar a luz. No pude dejar de sonreírme. Dentro de poco no cabremos todos en una foto.

Yesterday I decided to clean up my computer from all the pictures we have stored. This picture came up. It was taken in La Manga in October,months before I gave birth to Francisco Javier. I couldn´t stop smiling to myself. Soon we´re not going to fit all in one picture.

domingo, 23 de febrero de 2014

Cuidado con lo que pides...


 Hace unos años, nada más constituirnos como familia numerosa con nuestra hija Marta (la tercera) busqué las ayudas a las que teníamos derecho y una llamó mucho la atención a mi marido: en nuestra ciudad, a las familias numerosas de categoría especial (cinco hijos) se les da un bono transporte de 300 viajes gratuitos para el tranvía y el autobús. Mi marido, por aquél entonces, se puso a reír y me dijo: "A que no hay huevos para conseguirlo".

 Me acuerdo que le di un cariñoso manotazo en la espalda diciendo, "sí, sí... pues será con otra, porque conmigo no cuentes."

Orgullosos con nuestros carnets
 Pues bien, el viernes por la tarde, en recuerdo de aquélla anécdota, fuimos todos montados en el tranvía para conseguir nuestro bono transporte. ¡¡¡300 viajes gratuitos para cada miembro!!!

Nos hicieron un carnet individualizado a cada uno y encima luego les regalaron un estuche de ceras para pintar. ¡Todo un acontecimiento!¡Qué orgullos estaban mis hijos!  Exhibían sus carnets como un premio especial y ahora están deseando llevarlos mañana al cole para enseñarlos a la clase.

 En fin, pensando un poco, la verdad es que sí que es un "premio especial" para todos nosotros. Vivir en una familia tan grande supone un esfuerzo . Hay que compartir juguetes, ropa, espacios, tiempo... En nuestra familia mis hijos reciben muchos más "noes" que en una familia "normal" (no puedes ir a piscina porque no te puedo llevar, no te puedo comprar ese juguete porque es mucho gasto, no puedes ver tu programa favorito porque le toca al hermano el suyo...) pero también es cierto que suplen esos "no" con juegos en común (no hay momento de paz en esta casa), conversaciones, complicidades... ¡Cuando uno llora, todos acuden a ver qué le pasa! Y en el cole me consta que cuando ven a uno llorar, los otros se acercan para acompañarle.  Así se que mi hija está perfectamente protegida (como el primo de Zumosol, sólo que en este caso es "el hermano Zumosol").

 Por ello, este carnet supone para ellos una prueba de que son, efectivamente, MUY ESPECIALES. Estoy deseando que llegue mañana al medio día para que me cuenten qué les han dicho sus amigos y las profesoras al enseñarlo.

 Y un agradecimiento especial al Ayuntamiento de nuestra ciudad, que se acuerda de los héroes anónimos, teniendo detalles como estos.

 Un saludo, Ana.

viernes, 21 de febrero de 2014

Reunión con los profesores.

Ayer fui al colegio para hablar con las tutoras de mi hija de tres años y mi hijo de cinco. Las dos reuniones fueron muy bien, y salí contenta de ellas. Mientras volvía a casa me reía yo sola al recordar el "trauma" de las primeras reuniones de profesores a la que asistimos como padres.

 Y es que, nadie nos preparó para la primera charla de padres que tuvimos. Nuestro hijo mayor, Miguel, es un cielo. No lo digo yo, es que es verdad. Es inteligente, obediente y cariñoso. Por eso, cuando nos llamó la tutora de 5 años para hablar con nosotros, no estábamos listos para oír ciertas cosas. Pensábamos que sería una reunión rutinaria para ver cómo iba en el aula, cuando se convirtió en una frustrante reunión que aún hoy me recuerda mi marido.

En efecto, yo no fui porque no pude. Menos mal. Acudió a la hora y cómo había otra madre dentro, la profesora le dijo que se sentara a esperar fuera en una "sillita" del aula. Para que se entienda la comicidad de la situación, os digo que mi marido mide 1.90m.  Todavía se ríe diciendo que sentía ridículo ahí esperando en esa silla, parecía que estaba castigado por la seño.

 Pero lo peor fue que al entrar, lo primero que le preguntó la seño es si nuestro hijo tenía algún problema en casa. ¿¿??¿¿?? Al quedarse asombrado mi marido y decir que no, la profe continuó enseñándole los dibujos que hacía, se los comparó con otros de otros niños y dijo que "usaba mucho el negro". A partir de ahí, la entrevista se frustró, pues lógicamente mi marido se puso a la defensiva de unos "ataques" que no entendía. Por mucho que luego la profesora intentó decir "algo bueno" de Miguel, la comunicación ya se había torpedeado.

 Ahora tenemos mucha relación con esa profesora. La queremos y nos quiere mucho. Y sé que no fue su intención hacer eso. Sólo quería decirnos que Miguel no era un gran artista (ninguno de mis hijos lo es. Desgraciadamente, los genes creativos se han dormido en esta familia), pero que destacaba en todo lo demás, incluso siendo el más pequeño de su clase. Ella pensaba que Miguel podía dar mucho más de sí en sus dibujos. No obstante, no fue eso lo que transmitió.

 Ni que decir que a las siguientes reuniones ya he ido yo. Jajaja y me entristece ver cómo los resultados son muy similares. Los profesores queremos resolver los posibles problemas que plantean nuestros alumnos, y por eso, cuando vienen los padres a vernos, queremos plantearlos directamente olvidándonos de las demás cosas buenas que tiene. Además como queremos ir al grano, solemos empezar la entrevista con un ataque directo "Su hijo...". Esto hace que se bloquee la comunicación y la entrevista se frustre. ¡Como cambiarían las reuniones de padres si en vez de decir "su hijo..." simplemente llamáramos por su nombre al alumno. No es lo mismo decir "su hijo no dibuja bien" que "Miguel no dibuja bien". La primera expresión culpabiliza a los padres, la segunda se centra en el niño.

 Y parece una tontería, pero os digo que los resultados de la comunicación cambian enormemente.

 Por otro lado, como madre, ya voy preparada y me gusta intentar llegar a conclusiones con los profesores. Por eso, cuando empiezan con sus defectos, me gusta profundizar en ellos para intentar llegar a vías para resolverlos. Esto es, se trata no sólo de plantear un problema sino de llegar a encontrar soluciones al mismo de forma conjunta. Por ejemplo, ayer me dijeron que mi hija de tres años es muy sucia al comer. En vez de ponerme a la defensiva, o sonrojarme, recordé que no soy yo la que tiene el problema, sino mi hija Marta. Así que, le dije a la profesora, muy bien, ¿cómo podemos ayudarla? Y ahí empezó una tormenta de ideas entre las dos. Así que salí de allí con la idea clara del problema y de soluciones al mismo.

 De nuevo, son formas de no dinamitar las comunicaciones entre padres y profesores.

 En fin, que ayer salí muy contenta de las dos reuniones. Ambas profesoras están encantadas con ellos. Son dulces, cariñosos, inteligentes, listos, amigos de sus amigos...

 y también son acusicas, sucios... y algo gandules al recoger. Jaja, en definitiva, personas de carne y hueso. Y lo mejor... que son mis hijos.

 Un saludo .

jueves, 20 de febrero de 2014

¡Ole por HERO!

Esta mañana he visto un anuncio en internet que me ha hecho sonreir. Son uno de los pocos anuncios positivos que hay ahora en la TV, más preocupada por amargarnos la vida que en hacernos felices.


 Y me ha gustado tanto, que le hago publicidad y lo reproduzco en mi blog. Merece la pena la cultura de la vida.

 Y todo lo que dice es cierto... ¿quien me iba a decir a mí hace unos años que dejaría de ser una para ser 7 (5+2)? jajaja, y cierto, NO LO CAMBIARÍA POR NADA DEL MUNDO.

Esta mañana  mi hijo F. Javier de dos meses me ha sonreído al mirarme con esos ojazos azules al cogerlo, Samuel ha ido ilusionado con sus botas nuevas al cole, Marta le ha dado un gran abrazo a su profesora porque está malita, Juanma y yo hemos terminado su cuaderno viajero completamente llenos de purpurina (está malo con anginas) y Miguel me ha vuelto a contar la leyenda del Cid Campeador que le narró su abuelo el domingo. Todo eso en una mañana... y para colmo, le enseño a mi marido un vestido nuevo (bueno vale, dos vestidos nuevos) que me he comprado en Amazon (una se las ingenia para ir de compras cuando ir físicamente a una tienda se convierte en misión imposible) y me contesta preocupado que a ver cuando puedo ponérmelos porque "solo voy del colegio a casa y de casa al cole"... jajaja.

 ¡¡Pero si es lo mejor!!

En fin, a todos los papis allá afuera, un sincero homenaje. Y aunque duro a veces, merece la pena. Mañana saborearé con más gusto aún las tostadas con mermelada de HERO.

Saludos, Ana



domingo, 16 de febrero de 2014

Fin de semana de mascotas ¡Viva la imaginación!


 Este fin de semana hemos tenido tres ilustres invitados:

  Buho y Ratita

  y Pampito.

 Los dos primeros son las mascotas de aula de Juanma (mi hijo de 5 años) y Pampito es la mascota de Samuel (3 años). Normalmente vienen a casa de una en una, pero esto de ser familia numerosa hace que de repente te encuentres con la casa llena como ha ocurrido este finde... ¡Eso significa "lío, lío"! . Te estarás preguntando cómo tres peluches son capaces de llenar una casa... Pues sí.. en nuestra casa sí.



Marta y Samuel "compartiendo" a Pampito.


Y es que, la llegada de una mascota de aula supone poner un sitio más en la mesa a la hora de comer (éramos pocos y parió la burra), llevarla a todos los sitios que visitemos durante el fin de semana, presentarle a TODOS, TODOS los demás juguetes de la casa, contarle cuentos por la noche, acostarla en su camita, y finalmente meterla en la lavadora porque la seño ha pedido POR FAVOR, POR FAVOR que se lave durante el fin de semana.

 Y es que, las mascotas para mis hijos son tan reales como la vida misma, así que, supone llenar una casa que ya de por sí está a reventar. Lo gracioso es la hora del baño, cuando por supuesto nos supone al papi y a mí una pelea con nuestros hijos para convencerles de que es mejor bañarlos en la lavadora que en la bañera.  Total sólo nos cuesta 45 minutos de nuestro tiempo explicarles que la lavadora es un aguapark de hora y media para ellos. Y mientras los echan en la lavadora, una siente un escalofrío por la espalda al sobrevenirle un espeluznante pensamiento "¿Les dará por comprobar en carne y hueso sin en verdad es un aguapark?"

 En fin, lejos de fastidiarme su gran imaginación, me encanta ver cómo mis hijos siguen siendo tan inocentes como para creer que sus mascotas son reales. Sus mascotas sienten, piensan y experimentan tal y como lo hacen ellos.

 Me gusta recordar cómo con cinco años Juanma trajo a la habitación del Hospital a Buho para mostrarle orgulloso a su "hermanito nuevo". ¡Ese día fue una fiesta en su clase!

 Si a estas edades les quitamos la inocencia, ¿qué será de ellos en unos años? Desafortunadamente, vivimos en un mundo que quita rápidamente la inocencia, así que, como padres, tenemos que luchar para que la mantengan (aunque eso signifique contarle un cuento a una mascota en el único momento del día en que te puedes sentar tranquila a leer un rato).

 Un abrazo a todos, Ana.

viernes, 14 de febrero de 2014

ESCAPADA FAMILIAR

Ayer fue un gran día. Preparamos una sorpresa a mis dos hijos mayores. Su tío "de América" está en España de vacaciones durante este mes, y como sólo lo ven una vez al año en vivo y en directo (gracias a Skype y Google Hangouts esa distancia es menos larga), decidimos organizar algo especial con ellos.


 Hablé con sus profesoras el día antes para sacarlos del colegio a la 13.30 (eso para ellos es un mundo)y fui con su tito a recogerlos. No sabían nada (eso es algo que todo padre aprende pronto: nunca, nunca, NUUUUUUUNNNNCAAAA anticipar proyectos a los niños, especialmente si son buenos, de lo contrario te aseguras un madrugón el día del acontecimiento). ¡Sus caras de sorpresa al sacarlos de clase y ver a su tío merecieron la pena! Podía haberlos sacado del cole a las 14, su hora habitual, pero le hubiera quitado magia al día, después de todo, hacer "novillos" de vez en cuando en el cole es algo que a todos nos gusta... (este comentario dentro de unos años no tendrá gracia, especialmente si es uno de mis hijos quien me lo hace).

 Pensé que el mejor sitio para comer sería uno "americano" que está en la ciudad. Es una réplica de los restaurantes de comida rápida americanos de los años 60, y claro, viniendo el tito de América, ¿qué mejor sitio?

 Mis hijos identifican América con Disneylandia o un parque de atracciones perpetuo. La razón es que las dos ocasiones que estuvimos allí con ellos lo pasamos de miedo. El pequeño, Juanma, es imposible que se acuerde de algo (tenía año y medio cuando fuimos a ver al tito a Wisconsin) pero como tiene el album de fotos y ve todos los juguetes que nos dejaron los parroquianos de mi hermano y las excursiones que hicimos por todos los sitios, piensa que América es la "bomba". Y el mayor, que sí se acuerda de cosas, le pincha a sus hermanos con sus recuerdos: "sí, Juanma, en América jugué al beisbol, fuimos a un aguapark gigantesco, nos montamos en unas lanchas, comimos unos pancakes gigantes, y la casa era ENOOORMEEEEEE."

 Encima cada vez que hablamos por Skype con el tito, éste les enseña todas las "chuches" de Halloween que tiene y claro, alimentando la imaginación de mis hijos así, es normal que luego Juanma le diga a mi hija Marta: "Marta, tienes que aprender a hablar inglés, porque cuando vivamos en América no podrás hablar español". :)

 Por profundizar un poco más en este curioso asunto, Juanma ha personificado América en su tito. Ayer le comentaba mientras íbamos al restaurante: "tito, mi padre me ha dicho que hiciste la guerra a Japón." Su tio, lógicamente, le miró con expresión de incredulidad e incomprensión. Menos mal que una madre siempre está atenta y conoce a sus hijos, y supe a qué se estaba refiriendo. Resulta que al papi le gusta mucho la historia, y hace unos días durante la comida se puso a explicarles no sé a cuento de qué, el ataque de Japón a Pearl Harbour y cómo eso hizo que América entrara a formar parte en la II Guerra Mundial.

 De ahí a cómo su tito "hizo la guerra a Japón" sólo hay un paso. Jajajaja.


 En fin, a ver si algún día podemos repetir la experiencia y volver a visitar al tito, por lo pronto, nos conformamos con su visita. PD: lo fácil para nosotros hubiera sido comer en casa, pero hay que "hacer familia" y eso implica esfuerzo e imaginación. Esfuerzo porque mi marido fue generoso y se quedó con los 3 peques en casa. E imaginación porque buscamos el mejor lugar para estar con los crios. ¡Un abrazo a todos!

miércoles, 12 de febrero de 2014

Seguro que esto es lo que piensan mis hijos.

Tablas para fomentar la autonomía en los peques


Hola de nuevo,

No sé si sabéis, supongo que no, que pusimos en marcha una escuela de padres hace poco en casa. Por ahora, los resultados son buenos. Es decir, he pasado de gritar unas 1000 veces al día en casa, a hacerlo una media de 750. ¡Y aún nos quedan 3 sesiones para acabar! Eso me anima a pensar que a lo mejor, sólo a lo mejor, cuando acabe chillo un 50% menos en casa.

En fin, estadísticas aparte, os dejo una tabla que he elaborado para mis peques con objeto de que empiecen a responsabilizarse de sus cosas... puesto a hacer la tabla, me pregunto si le serviría también a mi esposo tener una... ummmm... barajaré la idea durante unos días.

La idea es que los crios vayan poniendo pegatinas,(uy, perdón ahora son "gomets") verdes (si lo hacen), amarillos (lo hacen pero regular), rojos (no lo hacen), a lo largo de la semana. Si al terminar la semana tienen más verdes que rojos, les daremos un euro a cada uno. Los domingos serán días de reflexión para determinar si se lo han ganado o no. Por lo pronto, hoy destacar que hemos llegado 15 min. antes al cole. ¡Todo un logro!

 Por cierto, os dejo el enlace de la página web de la escuela de padres que estamos haciendo. Es realmente buena y una aprende cosas. ¡Os la recomiendo al 100%!
http://www.com1nicat.com.es/

PRESENTACIÓN PERSONAL

Hola a todos,

 Permitid que me presente. Me llamo Ana y tengo 35 años. Como pone el título, soy madre de cinco hijos. Dejo eso caer porque es lo que más llama la atención. Lo primero que dice la gente cuando digo eso es:

 ¿¡CINCO HIJOOOOOOOOSSSS!?

 y yo respondo: "si, cinco hijos".

 Y me quedo pensando que es difícil equivocarse en el número de hijos. Uno puede equivocarse en la dirección de la casa, por ejemplo, o el día en el que estamos, pero ¿en el número de hijos? No es como si dijera:

 "me llamo Ana y tengo cinco hijos. ¡Ay! perdón, quería decir dos."

 En fin, es verdad que hoy en día esto no es normal, pero bueno, tampoco por ello hay que crucificar a la presente. Y es que, en cuanto lo dices, la gente te pone cara como si de repente un T-rex estuviera detrás tuya a punto de engullirte... (Aclaración, no es que me haya dejado olvidado un hijo en esta foto, es que en ese momento Francisco Javier estaba en mi barriga).


Efectivamente soy madre de cinco hijos de edades entre ocho años y dos meses y muy orgullosa por ello.

Pero además, soy esposa desde hace diez añitos (madre mía, cómo pasa el tiempo) y si eso es poco, también soy profesora en un instituto en Murcia. Por si no me creeis, os dejo el enlace a la página web de mi Instituto. http://www.murciaeduca.es/iesgerardomolina/sitio/

Así que, en resumen soy Madre, esposa y trabajadora todo a la vez y procurando no morir en el intento.

 ¿La razón de este blog?  Se trata de un intento inútil de no mostrarme en el futuro ante mis hijos como una auténtica Inmigrante Digital (¿a que mola la expresión?) y por otro más actual, para que mis alumnos vean que su profe "mola" y sabe algo de esto que llaman la WEB 2.0. Mi intención en cuanto vuelva de la baja de maternidad es construir un blog de aula del módulo FOL.

 En fin, poco a poco iré añadiendo entradas, a ver si logro estructurar algo coherente.
 Abrazos a todos los lectores.

Ana.