La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.

Juan Pablo II

viernes, 28 de febrero de 2014

En honor a su abuelo

Crecí con el Señor de los Anillos, y no porque vi la película de niña (aún ni siquiera existía), sino porque mi padre, algunas noches, se acostaba con nosotros y nos contaba durante diez intensos minutos una parte del libro. Siempre nos dejaba con la boca abierta porque interrumpía el cuento en la parte más emocionante... "¡Venga papa! ¡Un poquito más"... pero era inflexible, "mañana más, ahora a dormir".

Aquélla era la mejor parte del día, porque mi padre tenía el don de contar cuentos. Aún recuerdo con emoción como lograba meter la imagen del anillo en mi cabeza... Tardé una semana en leer el libro entero entero a los trece años, y de cuando en cuando me gusta volver a hacerlo.

Desgraciadamente hoy, mi hijo mayor Miguel, cuando le hablo del Señor de los Anillos me dice "Pero es que, ¿hay un libro?".
 
 ¡Que pena!

 Lo traigo a colación porque el otro día, una buena amiga (mamá de cinco también y otro en camino) me comentó que estaba disgustada porque le había tenido que quitar los libros del Diario de Greg (Diary of a wimp) a su hijo. Los había ojeado y eran auténtica basura para los niños. Su hijo se había enfadado y le comentaba que todos los niños de su clase los leían. 

 Yo aún no había oido hablar de esa saga, pero le eché un vistazo y estoy totalmente de acuerdo con mi amiga, son basura. Básicamente es la historia de un niño debilucho que se dedica a reírse de sus debilidades.

 Los cuentos de ahora, al igual que los dibujos de la TV, se empeñan en gustar a todo el público. Y para ello, meten cantidades de ironías, sátiras y gags propios de adultos. Ahora, los Simpson son para bebes si los comparamos con Hora de Aventuras, Bob Esponja, Suckers...

Además, las virtudes quedan olvidadas para meternos con insultos, desprecio a adultos, pérdida de autoridad... basta con ver cinco minutos y el estómago se le revuelve a una. 
Si encima vamos con los dibujos para "niñas": Winx Club, Monster High, Violeta... ya apaga y vamonos... No quiero que la única preocupación de mi hija sea que su "super mini falda que apenas le tapa el culo pegue con su ajustado escote, porque su nuevo novio super guapo está de camino, "o sea". 

 Mis hijos no ven ni leen esa basura. Hemos optado por volver a nuestros dibujos de valores y virtudes. Así que en casa vemos Ruy, el pequeño Cid, La abeja Maya, Dragones y Mazmorras...

 En cuanto a la lectura, como a mi hijo mayor no le gustaba leer, opté por inventarme un cuento dónde saliera él como protagonista. Le escribo todos los días tres páginas para que las lea, y poco a poco vamos creando un mundo de fantasía. Cada vez que viene del cole me pregunta, ¿has escrito más?  Y es que, ahora va por el reino de Suén, vestido de caballero, montado en un Grifo mitológico, con el malvado dragón Esrezh persiguiéndole por ahí... 

 Jajaja, cuando lo acabe lo editaré y se lo regalaré. Creo que cuando sea mayor, será uno de sus grandes tesoros. Además, aprovecho para meterle valores como la constancia, tenacidad, valentía, obediencia... así me aseguro que lee lo que yo quiero, y no lo que la sociedad se empeña en que lean. 

 Un abrazo y ¡Gracias Abuelo! porque si tengo imaginación es porque tú la alimentaste de pequeña. Saludos. 
 
Francisco Javier, creo que aún no había puesto foto suya

3 comentarios:

  1. ¡No a la literatura basura! ¡No al feísmo, vulgaridad y ordinariez! ¡Vivan los clásicos!

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  2. Such a beautiful little baby boy, Francisco Javier! I loved reading your story about his grandfather. Your children are so blessed.

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  3. Gracias hija. Y que Dios te siga dando fuerzas para educar a tus
    hijos sin que te falte nunca la alegría.

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