La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.

Juan Pablo II

viernes, 21 de febrero de 2014

Reunión con los profesores.

Ayer fui al colegio para hablar con las tutoras de mi hija de tres años y mi hijo de cinco. Las dos reuniones fueron muy bien, y salí contenta de ellas. Mientras volvía a casa me reía yo sola al recordar el "trauma" de las primeras reuniones de profesores a la que asistimos como padres.

 Y es que, nadie nos preparó para la primera charla de padres que tuvimos. Nuestro hijo mayor, Miguel, es un cielo. No lo digo yo, es que es verdad. Es inteligente, obediente y cariñoso. Por eso, cuando nos llamó la tutora de 5 años para hablar con nosotros, no estábamos listos para oír ciertas cosas. Pensábamos que sería una reunión rutinaria para ver cómo iba en el aula, cuando se convirtió en una frustrante reunión que aún hoy me recuerda mi marido.

En efecto, yo no fui porque no pude. Menos mal. Acudió a la hora y cómo había otra madre dentro, la profesora le dijo que se sentara a esperar fuera en una "sillita" del aula. Para que se entienda la comicidad de la situación, os digo que mi marido mide 1.90m.  Todavía se ríe diciendo que sentía ridículo ahí esperando en esa silla, parecía que estaba castigado por la seño.

 Pero lo peor fue que al entrar, lo primero que le preguntó la seño es si nuestro hijo tenía algún problema en casa. ¿¿??¿¿?? Al quedarse asombrado mi marido y decir que no, la profe continuó enseñándole los dibujos que hacía, se los comparó con otros de otros niños y dijo que "usaba mucho el negro". A partir de ahí, la entrevista se frustró, pues lógicamente mi marido se puso a la defensiva de unos "ataques" que no entendía. Por mucho que luego la profesora intentó decir "algo bueno" de Miguel, la comunicación ya se había torpedeado.

 Ahora tenemos mucha relación con esa profesora. La queremos y nos quiere mucho. Y sé que no fue su intención hacer eso. Sólo quería decirnos que Miguel no era un gran artista (ninguno de mis hijos lo es. Desgraciadamente, los genes creativos se han dormido en esta familia), pero que destacaba en todo lo demás, incluso siendo el más pequeño de su clase. Ella pensaba que Miguel podía dar mucho más de sí en sus dibujos. No obstante, no fue eso lo que transmitió.

 Ni que decir que a las siguientes reuniones ya he ido yo. Jajaja y me entristece ver cómo los resultados son muy similares. Los profesores queremos resolver los posibles problemas que plantean nuestros alumnos, y por eso, cuando vienen los padres a vernos, queremos plantearlos directamente olvidándonos de las demás cosas buenas que tiene. Además como queremos ir al grano, solemos empezar la entrevista con un ataque directo "Su hijo...". Esto hace que se bloquee la comunicación y la entrevista se frustre. ¡Como cambiarían las reuniones de padres si en vez de decir "su hijo..." simplemente llamáramos por su nombre al alumno. No es lo mismo decir "su hijo no dibuja bien" que "Miguel no dibuja bien". La primera expresión culpabiliza a los padres, la segunda se centra en el niño.

 Y parece una tontería, pero os digo que los resultados de la comunicación cambian enormemente.

 Por otro lado, como madre, ya voy preparada y me gusta intentar llegar a conclusiones con los profesores. Por eso, cuando empiezan con sus defectos, me gusta profundizar en ellos para intentar llegar a vías para resolverlos. Esto es, se trata no sólo de plantear un problema sino de llegar a encontrar soluciones al mismo de forma conjunta. Por ejemplo, ayer me dijeron que mi hija de tres años es muy sucia al comer. En vez de ponerme a la defensiva, o sonrojarme, recordé que no soy yo la que tiene el problema, sino mi hija Marta. Así que, le dije a la profesora, muy bien, ¿cómo podemos ayudarla? Y ahí empezó una tormenta de ideas entre las dos. Así que salí de allí con la idea clara del problema y de soluciones al mismo.

 De nuevo, son formas de no dinamitar las comunicaciones entre padres y profesores.

 En fin, que ayer salí muy contenta de las dos reuniones. Ambas profesoras están encantadas con ellos. Son dulces, cariñosos, inteligentes, listos, amigos de sus amigos...

 y también son acusicas, sucios... y algo gandules al recoger. Jaja, en definitiva, personas de carne y hueso. Y lo mejor... que son mis hijos.

 Un saludo .

3 comentarios:

  1. Thanks for posting, Ana. As a teacher, who has parent-teacher conferences later this week, I will keep your thoughts in my mind. You are an amazing mother to take the time to share your journey with others.
    Much love to you and your family - Sandy

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  2. Thanks, Sandy. I didn´t expect your comments! They were a great surprise. If you want more great tips on how to talk to parents, try reading the great book "How to talk so kids can learn" by Mazlish. It´s worth it!

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  3. I read two of the books by Faber and Mazlish early in my parenting career. Over summer break, I shall pick up the book you suggest since they are excellent authors. It has been a very interesting year as a new middle school teacher.

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